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La compra a granel, algo más que una tendencia

¿Aún no practicas la compra a granel? ¿A qué esperas?

«Consumir lo justo (y necesario), evitar el derroche de dinero, ahorrar en residuos sólidos y practicar un modo de vida más sostenible».

Estos son los principales motivos por los que la compra a granel vuelve a estar de moda. Precisamente, la falta de tiempo o desinformación nos hace pensar que haría falta viajar en el tiempo para recuperar la vieja tradición del colmado, pero no es así.

Cada vez son más los supermercados, pequeños comercios y tiendas ecológicas las que se suman, de nuevo, a esta tendencia, que ofrece al consumidor la oportunidad de comprar la cantidad que desea, así como comprobar la calidad de los alimentos que se llevará a casa en el momento que los elige.

Además de ser un regalo para los sentidos, la compra a granel también aporta interesantes ventajas para nuestro día a día.

Menos envases, menos contaminación: ¿Cuánto papel, cartón y plástico tiramos a la basura nada más hacer la compra a causa de los embalajes y bolsas en las que transportamos los alimentos? La mayor parte de los desperdicios que acumulamos en nuestros hogares son inorgánicos y sus consecuencias para el Medio Ambiente son más inminentes de lo que pensamos.

– Desperdiciamos menos comida: Comprar en grandes cantidades no es aconsejable, sobre todo, para aquellas personas que viven solas, en pareja o que conforman una familia reducida.  Con la opción del granel se puede controlar el consumo diario o semanal, sin desperdiciar alimentos que sabemos que no usaremos en mucho tiempo, que se pueden estropear por su fecha de caducidad o que acaban perdiendo cualidades por almacenarlos más de lo que deberíamos. Al final, acabamos perdiendo más dinero de lo que queríamos ahorrarnos al adquirir un pack más grande de lo habitual.

– Consumimos productos más frescos y variados: Puede resultar pesado hacer la compra más a menudo, pero a la larga nos ayuda a ahorrar más dinero y a mejorar nuestra alimentación. Cuando compramos a granel estamos fomentando un consumo más variado, porque nos atrevemos a probar nuevas cosas al poder comprarlas en pequeñas cantidades sin el miedo a desperdiciarlo si no estamos contentos.

Apoyamos la agricultura y ganadería de proximidad: En la mayoría de los casos, este tipo de productos son ecológicos, lo que nos asegura que estamos consumiendo productos de calidad, sin sustancias tóxicas y pesticidas perjudiciales para nuestra salud, por no hablar de su frescura. Por otro lado, de este modo, estaremos fomentando unos hábitos más sostenibles que en vez de tendencia se acabarán convirtiendo en una realidad total.

– En muchos casos, aquellas personas que llevan a cabo una dieta específica porque sufren intolerancia a la lactosa,  siguen una alimentación macrobiótica o son vegana o vegetarina, entre otros, también pueden notar un considerable ahorro en su cesta de la compra al encontrar productos a granel a un coste más reducido de lo que puede suponer comprar envases, como pueden ser los frutos secos, las algas, las setas, las infusiones, las semillas…

En resumidas cuentas, comprar de forma inteligente siempre es un acierto. Además, la inmensidad de productos que se pueden adquirir actualmente de esta forma cada vez es mayor: desde legumbres, frutas, verduras, hongos, especias, frutos secos, semillas, cereales, las harinas… ¡Y hasta el detergente!

Fuera del sector de la alimentación, cada vez son más las empresas que optan por este tipo de comercio sostenible.  Por ejemplo, ya hay franquicias que apuestan por vender el detergente ecológico de bajo impacto medioambiental y que no genera residuos. Pero de esto, seguro que hablaremos con más detalle en otro post.

Y recuerda que en cualquiera de los supermercados ecológicos Oh!MyBio podrás encontrar un amplio abanico de productos a granel para hacer tus compras mucho más responsables.

Despierta tu lado más ecológico en Carnaval

Ya resuenan los tambores en muchos puntos del país. Y es que el Carnaval ya está a la vuelta de la esquina.

Aunque se dice que es la fiesta favorita de los más pequeños… ¡No nos engañemos! A la gran mayoría nos encanta cambiar nuestra identidad por unas horas para disfrutar como niños. Pero, ¿somos conscientes de la cantidad de inversión y residuos que acumulamos durante los días previos y propios de la celebración? ¿Practicamos un Carnaval sostenible?

En caso contrario, está es una época perfecta para cambiar de hábitos y empezar a concienciarnos de lo importante que es respetar el Medio Ambiente y nuestra salud, porque lo barato acaba saliendo muy caro, no sólo para el bolsillo, sino también para el entorno.

CONSEJOS PARA VIVIR UN CARNAVAL ECOLÓGICO

1. ¿Aún no tienes disfraz?

La temática puede ser una buena excusa para reivindicar algún aspecto ambiental, como por ejemplo una bola del mundo, un contenedor para hacer referencia a los residuos o el reciclaje, un árbol o un animal herido, como muestra de la pérdida de biodiversidad.

Pero también podrás demostrar tu lado más eco confeccionando tu disfraz con materiales reciclados y disponibles en casa.  Apliquemos la regla de las tres ‘r’ -reducir, reutilizar y reciclar-.

Descartada la opción de compartir, intercambiar con un amigo o familiar y reutilizar algún traje que tengas en casa, toca hacer repaso a aquellas prendas y complementos que solemos tener en el fondo del armario o guardados en cajas. Ten en cuenta que caracterizarse de épocas pasadas y estilos que creíamos olvidados, de algún oficio o del sexo contrario son la alternativa más sencilla y rápida.

Si eres un manitas y te has propuesto ser el más original de la fiesta utiliza periódicos, cartón, plástico, papel o cualquier material que tengamos a nuestro alcance para cumplir nuestro objetivo.

Algunas ideas…

Y, por supuesto, huye de los disfraces y complementos de poco precio y mala calidad, que no aguantan más allá del mismo día de la fiesta.  La cantidad de residuos que se generan con los productos de usar y tirar llenan los vertederos y provocan el uso de más materias primas, que aumentan la ya de por sí abultada huella ecológica.

2. Los detalles también son importantes

Pocos disfraces se libran de tener que completarlos con accesorios y complementos, pero la estrategia ha de ser la misma. Reutilicemos los que tenemos o elaboremos uno nuevo con objetos usados y materiales reciclables, bien sea a través de un diseño nuestro o con apoyo de una plantilla.

Y si eres el anfitrión de una fiesta o estás metido en la organización de alguna, evita el uso de pinturas tóxicas, manda las invitaciones por correo electrónico, apuesta por bombillas de bajo consumo o luces LED, muestra separación de residuos y elabora elementos decorativos con cartón.

3. Tu piel también lo agradecerá

Ya hemos hablado antes de la importancia de cuidar la piel antes y después de maquillarse y, sobre todo, del peligro que supone para nuestra dermis el uso de productos con sustancias tóxicas, parabenos o que han sido previamente testados en animales.

La mayoría del maquillaje que hay en el mercado contiene aluminio, mercurios y plomo. Sé exhaustiv@ a la hora comprobar sus ingredientes y desmaquíllate con productos elaborados a partir de extractos vegetales para eliminar toda la pintura de la cara o del cuerpo. Evitarás irritaciones o consecuencias futuras y serás sostenible con el medio ambiente.

4. Bocados saludables

Por último, no podíamos cerrar esta lista de consejos sin hablar de la alimentación. ¡El término ‘Fiesta’ no tiene porqué ser sinónimo de dulces, grasas, descontrol alimentario!

Elige postres y dulces caseros en vez de bollería empaquetada o industrial, de esa forma podrás controlar los ingredientes más adecuados para ti y tu familia, además de adaptarte a las necesidades de los invitados. Utiliza chocolate bio, frutos secos, batidos de frutas o aperitivos saludables.

Y si toca ponerse el delantal… ¿Qué te parecen unas torrijas veganas, unas orejas integrales o leche frita apta para celiacos? Sigue atento a nuestro blog y te desvelaremos nuestras mejores recetas de Carnaval.

¿Haces un uso responsable del agua?

Que el agua es un bien preciado bien lo sabemos, aunque, en muchas ocasiones, no somos verdaderamente conscientes de ello. ¿Crees que haces un uso responsable del agua?

A pesar de ser un recurso imprescindible para la sociedad y no renovable, a diario pasamos por alto muchos hábitos que nos ayudarían a fomentar su uso racional.

Precisamente, la actual situación de sequía en numerosos embalses y arroyos ha puesto en alerta a gran parte de los Ayuntamientos del país que hacen especial hincapié en no malgastar agua en nuestros hogares y lugares de trabajo para evitar una situación futura insostenible.

Pero… ¿Sabemos la cantidad de agua que gastamos por persona y día?

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo medio de agua de los hogares españoles asciende a unos 140 litros de media por habitante y día, una cifra que supera con creces la cantidad mínima necesaria por persona estimada por la Organización Mundial de la Salud.

Por ejemplo, en un baño se derrochan entre 150 y 300 litros; al tirar de la cisterna unos 10. Si lavamos a mano los platos asciende hasta 23 litros dedicados, mientras que si ponemos el lavavajillas la cantidad puede estar entre 20 y 40 litros. Por último, es curioso saber que mantener el grifo abierto durante un minuto y medio durante el cepillado de dientes puede gastar más de 18 litros.

Por este motivo, hoy queremos ofrecerte un decálogo con las principales claves para ahorrar agua en nuestra vida cotidiana de una manera sencilla y respetuosa con el Medio Ambiente, porque hay motivos suficientes para afirmar que estamos poniendo en riesgo el ecosistema.

Claves para ahorrar agua
Claves para ahorrar agua

1. Lavadoras y lavavajillas siempre llenos

Gracias a esto, podrás ahorrar entre 2.500 y 2.800 litros cada mes. En caso de que sea muy complicado llenar estos electrodomésticos, usa media carga o ciclos cortos.

2. ¿Lavavajillas o a mano?

Es mejor usar el lavavajillas que lavar a mano. ¿Por qué? Porque gastarás un 10 por ciento menos de agua que si lavas los platos de manera manual. Además, puesto que la mayor parte del agua ahorrada es agua caliente, también se experimenta un ahorro de energía de 3kWh en cada lavado.

3. Agua fría en la nevera

Guarda siempre una botella/jarra de agua fría en la nevera y, así, no tendrás el grifo abierto durante segundos y segundos hasta conseguir que salga a la temperatura que deseas. Si, por el contrario, tienes que esperar a que salga el agua caliente, recógela mientras esperas para reutilizarla para fregar o regar, por ejemplo.

4. Lava las frutas y verduras en un recipiente y no bajo el grifo

Has lo mismo con los alimentos congelados y te ahorrarás hasta 18 litros, por no hablar de que el resultado será más fiable y efectivo.

5. Plantas autóctonas

Elige para tu jardín plantas adaptadas al clima para que, tras un año de riego ligero, no tengas necesidad de regarlas de manera artificial, puesto que se adecuarán a las características del entorno.

6. No plantes césped en zonas difíciles de regar

Como es el caso de importantes pendientes o a lo largo de veredas. El malgasto de agua será el triple que en una zona llana, porque no llegarás a todos los rincones y el efecto desaparecerá. Además, es recomendable que riegues al atarceder o al amanecer, porque durante el día las altas temperaturas evaporan parte del agua que emplees. Por otro lado, aprovecha la Primavera y el Otoño para sembrar césped porque las necesidades de riego son menores.

7. Lavado a mano

Si crees que lavando a mano tu automóvil ahorras más estás muy confundido. Aunque tengas que gastar un poco de dinero, no será nada en relación a la cantidad de litros que necesitas para poder utilizar una manguera..

8. Revisa instalaciones

Si tienes que realizar alguna reforma en tu hogar o empresa, apuesta por grifos monomando, cisternas de doble descarga o reductores de caudal en los grifos, ya que permiten ahorrar más agua. Ah, y evita los goteos, ya que puedes llegar a consumir entre 50 y 100 litros más de este líquido al mes.

9. No utilices el inodoro como una papelera.

Si colocas una en el baño, evitarás tirar de la cadena cada vez que utilizas el wáter como cubo de la basura.

10. Adiós a los baños relajantes

Uno de los hábitos donde más agua desperdiciamos (hasta 150 litros) es en la bañera. Cambia los relajantes y largos baños por las duchas. ¡Y también lo notarás en tus facturas a final de mes! Ah! Y cierra el grifo mientras te afeitas o te lavas los dientes. ¿Para qué necesitas el agua corriendo?

 

¿’Ecofriendly’ por tendencia o por herencia?

‘Ecofriendly’: Dícese de aquellas personas, productos, leyes o movimientos (…) respetuosos con el Medio Ambiente. O, traducido literalmente del inglés, «amigo de la ecología».

Resulta curioso ver como la sociedad está cada vez más familiarizada y comprometida con conceptos tan antiguos como son eco, bio, ecológico, orgánico, verde… Incluso, este modo de actuar tan tolerante con nuestro entorno también ha dado el salto a la mayoría de sectores económicos en aras a preservar un futuro más sostenible y a mejorar nuestros hábitos alimenticios y saludables.

Pero la teoría siempre ha sido mucho más fácil que la práctica y aquello que pretende convertirse en nuestra ideología (cuántas veces hemos pensado en alto eso de…»a partir de mañana empiezo a reciclar») no siempre se consigue de una manera eficaz.

Bien sea por ignorancia o por pereza, existen multitud de rutinas diarias que perjudican gravemente al medio natural y animaly que pueden evitarse de una manera muy sencilla.

Por ello, si estás pensando en convertirte en ‘Ecofriendly’ echa un vistazo a esta serie de recomendaciones para aplicar en tu casa, en el trabajo o con tu dieta.

  1. En casa: Un hogar ecofriendly es, por encima de una moda, una tendencia de decoración a nivel mundial. Si, además de ser ‘amigable’ y sustentable creamos un ambiente moderno ¿Qué podemos perder?

– Los principales ambientes que tienen un mayor impacto en nuestras rutinas y donde pasamos más tiempo a diario son el baño y la cocina, por eso es aconsejable que te atrevas a recuperar y transformar tus muebles antes de desecharlos. ¡Pueden tener más utilidad de la que imaginabas!

– La luz natural, siempre que puedas, ha de ganarle la batalla a la artificial y hazte con elementos y/o productos ahorradores de energía eléctrica o de consumo de agua. Un consejo: Revisa tu grifería y adquiere bombillas de bajo consumo.

– En cuanto a la limpieza, apuesta por productos de origen vegetal, porque gracias a su alta concentración ahorrarás en cantidad, pero no en calidad. Además, estarás utilizando líquidos libres de agentes químicos, hipoalergénicos y totalmente biodegradables.

  1. Como consumidor: ¡Muy importante! Asegúrate de que los productos ecológicos que adquieres responden a tal premisa. Llevar un certificado ecológico significa haber sido cultivados, recolectados y/o elaborados mediante un proceso libre de tóxicos y pesticidas. Esto nos garantiza que el producto sea biodegradable y que se descompondrá de manera natural sin dañar nuestro ecosistema.

– Empieza a prestar atención a los componentes y al proceso de fabricación de la ropa que compras. Cada vez hay más marcas que adoptan medidas amigables.

– Reutiliza los envoltorios de nylon para hacer manualidades, los de plástico a modo de bowl o tupper y los de vidrio como bollones para salsas y mermeladas.

 Utiliza bolsas camiseta recicladas o bolsas de rafia cuando vayas al super y evita las de nylon.

  1. En tu dieta: Para consumir productos saludables es básico conocer de dónde provienen, cómo se han cultivado, sus ingredientes… Así como apostar por la agricultura y ganadería de proximidad y de temporada. Consumir productos ecológicos también nos confirma que existe un gasto energético mínimo en transporte, distribución y almacenaje.

Las conservas nos pueden sacar de muchos apuros, con ellas podemos tomar alimentos fuera de temporada. Tanto compradas, como hechas en casa, pueden ser una muy buena opción para tomar alimentos económicos y de buena calidad.

– Recicla el aceite de freír. Si no tienes suerte de tener contenedores de reciclaje de aceite en el lugar en el que vives, tienes la opción de empapar el aceite en papel viejo o arena y tirarlo al cubo de restos orgánicos. Otra opción: hacer jabón con los restos de aceite usado.

– Ahorra energía cocinando siempre que puedas en una olla exprés, corta los alimentos en trozos pequeños para que se cocinen antes, no abras la puerta del horno antes de tiempo o apaga la vitrocerámica un poco antes para que se siga cocinando con el calor residual.

  1. En el trabajo: ¿Pasas gran parte de tu jornada laboral en una oficina? Pues se acabó el malgastar papel porque sí. En vez de a la papelera, coloca una caja de cartón en un lugar próximo a todos los empleados y depositad allí las hojas. Todo puede empezar como un juego o pequeñas apuestas a base de café para comprobar quién es capaz de habituarse al cambio antes.

Reutiliza las hojas para anotaciones, para volver a imprimir algún documento de uso interno o para realizar carteles de consumo responsable. Por ejemplo, uno que recuerde «No dejar encendidos los aparatos cuando nos vamos de la oficina» para fomentar la cultura del ahorro energético.

  1. Tiempo libre: ¿Qué decirte con respecto al medio de transporte? Utiliza el público siempre que puedas porque, además de ahorrar más dinero y despreocuparte de encontrar sitio para aparcar, estarás contaminando menos. Ah! Y si optas por la bicicleta ya no habrá excusas para decir que no tienes tiempo para hacer deporte a causa del trabajo ¡Lo harás antes y después!

– En la playa: No te olvides de la crema protectora eco, beneficiosa para ti y para el Medio Ambiente. ¿Sabías que en muchos lugares está prohibido bañarse con cremas que no sean bio? (Más información en este post).

– Si comes en el campo, en la playa o en la piscina lleva contigo una bolsa de plástico para meter todos los desperdicios.

En Oh!MyBio creemos firmemente que los cambios siempre son posibles si cada uno ponemos un poco de nuestra parte. Apostamos por un modo de vida sano, regido por una alimentación bio, y defendemos la agricultura y ganadería de proximidad. Pero, sobre todo, queremos fomentar el bienestar personal, teniendo en cuenta que todos nuestros actos siempre tienen una repercusión sea del carácter que sea. Visita nuestros supermercados en León (Burgo Nuevo, 22) y Madrid (Hortaleza, 38; Raimundo Fernández Villanueva, 11) e infórmate sobre cómo llevar una vida más ‘ecofriendly’.