Aunque nos hemos acostumbrado a tener disponibles la mayoría de frutas y verduras durante todo el año, debemos saber que no es algo natural ni para nuestra salud ni para el Medio Ambiente.
Consumir vegetales forzados debido a las nuevas técnicas de conservación y envasado hacen que los productos pierdan toda su calidad. Precisamente, la ventaja de añadir a nuestra alimentación productos recolectados en su estación natural y de origen ecológico nos asegura un mejor precio, más frescura y un valor nutritivo y sabor intacto. Por ello, queremos ayudaros a conocer el momento idóneo de cada fruta y verdura para configurar nuestros menús diarios de una manera inteligente.
Frutas y verduras de temporada en abril
Con la primavera, la huerta da un giro radical y comienzan a llegar las frutas más jugosas, mientras que las verduras suelen tener más continuidad con respecto al invierno
Fresas o frambuesas: Poseen vitaminas C y E y antioxidantes y destacan porque son un tipo de fruta que apenas tiene calorías. La fresa es diurética, tiene poder laxante, desintoxicante y depurador.
Kiwi: Proporciona cantidades importantes de fibra soluble, lo que ayuda a normalizar los niveles de colesterol y facilita el tránsito intestinal. También son ricos en vitamina E y ácido fólico, por lo que es un gran aliado para reforzar el sistema inmunológico.
Plátano: Contiene vitaminas A y C y minerales como potasio, magnesio, fósforo, calcio o hierro. De su composición, un 75% es agua, además de hidratos de carbono y fibra. Es bueno para regular el tránsito intestinal, para dientes y huesos o para reforzar el sistema inmunológico.
Níspero: es también bajo en calorías. Además contiene fibra soluble y sustancias de acción astringente. Posee muchas sustancias aromáticas en su pulpa.
Piña: es muy beneficiosa para mejorar la absorción del hierro y regular el tránsito intestinal. También tiene efecto diurético, por lo que ayuda a eliminar líquidos.
Brócoli: contiene más nutrientes que cualquier otro vegetal, además de grandes cantidades de vitamina C y A, y ácido fólico.
Alcachofa: favorece la rápida digestión y eliminación de grasas, ayuda a eliminar adherencias y toxinas en los intestinos y sangre, ya que es rica fitoesteroles, una sustancia que ayudan a restringir la absorción de colesterol a nivel intestinal y de esa manera impiden su acumulación en el organismo.
Calabaza: está entre las verduras que, por suerte, seguimos manteniendo desde el otoño. Son muy beneficiosas, especialmente para los diabéticos, ya que regula el azúcar en sangre. Tienen propiedades diuréticas y depurativas.
Coliflor: Por su excelente contenido en ácido fólico, la coliflor es una verdura muy recomendado en la dieta de la mujer embarazada.
Espárrago verde: carece de grasas, apenas calorías y pocos hidratos de carbono. Es una de las hortalizas más ricas en proteínas. Contiene vitaminas A, B, C y E, y minerales (potasio, fósforo, hierro y magnesio).