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Producto de la semana: Rustipan, tu pan sin gluten

Ningún celiaco debería renunciar a comer buen pan por el hecho de no poder ingerir gluten.

El pan ecológico sin gluten es un alimento muy valioso desde el punto de vista nutricional, porque proporciona a nuestro organismo hidratos de carbono esenciales para tener la energía adecuada en el día a día.

Es destacable como fuente de hidratos de carbono, proteínas, fibra, hierro, zinc y vitamina B1, aunque también proporciona cantidades importantes de magnesio, potasio, ácido fólico y vitamina B6.

Por ello, esta semana queremos hablaros de Rustipan, una línea de pan sin gluten que, gracias a la presencia de la semilla Psyllium, contribuye a reducir el colesterol y evita a reducir el estreñimiento.

La cáscara de la semilla de psyllium absorbe agua y forma una masa voluminosa. En las personas que sufren de estreñimiento, esta masa grande estimula la evacuación del intestino.

En las personas con diarrea, el psyllium puede reducir el movimiento del intestino y disminuir las evacuaciones.

Psyllium es eficaz para aliviar el estreñimiento y suavizar las heces y probablemente eficaz para bajar el colesterol en las personas con colesterol alto.

Rustipan
Rustipan

Una gran variedad

Todas las variedades de Rustipan (panecillos, pan de molde, pan de burguer, baguette y bases de pizza) están elaboradas con trigo sarraceno y harina de arroz y son ecológicas, es decir no contienen pesticidas ni sustancias tóxicas y su proceso de producción es sostenible con el Medio Ambiente.

Con el objetivo de ofrecer soluciones a los celiacos respondiendo a sus necesidades alimenticias, Rustipan utiliza un método de elaboración tradicional en el que la calidad y el sabor son fundamentales.

La harina sin gluten es minuciosamente seleccionada de los mejores cultivos de levadura madre con temperatura controlada y una correcta fermentación. Además, su horneado es muy preciso y nunca se utilizan conservantes.

Con solo cinco minutos de calor, podrás tener pan como recién salido del horno. Gracias a su conservación al vacío, no tendrás que preocuparte más de comprar pan a diario porque podrás tenerlo en casa sin preocupación a que se estropee o se ponga duro, así como elaborar una deliciosas pizzas caseras o tus bocatas y sándwich favoritos.

Descubre las novedades en productos sin gluten en cualquiera de nuestros supermercados ecológicos de León o Madrid

La compra a granel, algo más que una tendencia

¿Aún no practicas la compra a granel? ¿A qué esperas?

«Consumir lo justo (y necesario), evitar el derroche de dinero, ahorrar en residuos sólidos y practicar un modo de vida más sostenible».

Estos son los principales motivos por los que la compra a granel vuelve a estar de moda. Precisamente, la falta de tiempo o desinformación nos hace pensar que haría falta viajar en el tiempo para recuperar la vieja tradición del colmado, pero no es así.

Cada vez son más los supermercados, pequeños comercios y tiendas ecológicas las que se suman, de nuevo, a esta tendencia, que ofrece al consumidor la oportunidad de comprar la cantidad que desea, así como comprobar la calidad de los alimentos que se llevará a casa en el momento que los elige.

Además de ser un regalo para los sentidos, la compra a granel también aporta interesantes ventajas para nuestro día a día.

Menos envases, menos contaminación: ¿Cuánto papel, cartón y plástico tiramos a la basura nada más hacer la compra a causa de los embalajes y bolsas en las que transportamos los alimentos? La mayor parte de los desperdicios que acumulamos en nuestros hogares son inorgánicos y sus consecuencias para el Medio Ambiente son más inminentes de lo que pensamos.

– Desperdiciamos menos comida: Comprar en grandes cantidades no es aconsejable, sobre todo, para aquellas personas que viven solas, en pareja o que conforman una familia reducida.  Con la opción del granel se puede controlar el consumo diario o semanal, sin desperdiciar alimentos que sabemos que no usaremos en mucho tiempo, que se pueden estropear por su fecha de caducidad o que acaban perdiendo cualidades por almacenarlos más de lo que deberíamos. Al final, acabamos perdiendo más dinero de lo que queríamos ahorrarnos al adquirir un pack más grande de lo habitual.

– Consumimos productos más frescos y variados: Puede resultar pesado hacer la compra más a menudo, pero a la larga nos ayuda a ahorrar más dinero y a mejorar nuestra alimentación. Cuando compramos a granel estamos fomentando un consumo más variado, porque nos atrevemos a probar nuevas cosas al poder comprarlas en pequeñas cantidades sin el miedo a desperdiciarlo si no estamos contentos.

Apoyamos la agricultura y ganadería de proximidad: En la mayoría de los casos, este tipo de productos son ecológicos, lo que nos asegura que estamos consumiendo productos de calidad, sin sustancias tóxicas y pesticidas perjudiciales para nuestra salud, por no hablar de su frescura. Por otro lado, de este modo, estaremos fomentando unos hábitos más sostenibles que en vez de tendencia se acabarán convirtiendo en una realidad total.

– En muchos casos, aquellas personas que llevan a cabo una dieta específica porque sufren intolerancia a la lactosa,  siguen una alimentación macrobiótica o son vegana o vegetarina, entre otros, también pueden notar un considerable ahorro en su cesta de la compra al encontrar productos a granel a un coste más reducido de lo que puede suponer comprar envases, como pueden ser los frutos secos, las algas, las setas, las infusiones, las semillas…

En resumidas cuentas, comprar de forma inteligente siempre es un acierto. Además, la inmensidad de productos que se pueden adquirir actualmente de esta forma cada vez es mayor: desde legumbres, frutas, verduras, hongos, especias, frutos secos, semillas, cereales, las harinas… ¡Y hasta el detergente!

Fuera del sector de la alimentación, cada vez son más las empresas que optan por este tipo de comercio sostenible.  Por ejemplo, ya hay franquicias que apuestan por vender el detergente ecológico de bajo impacto medioambiental y que no genera residuos. Pero de esto, seguro que hablaremos con más detalle en otro post.

Y recuerda que en cualquiera de los supermercados ecológicos Oh!MyBio podrás encontrar un amplio abanico de productos a granel para hacer tus compras mucho más responsables.

Siete alimentos para recuperar el bienestar tras la Navidad

La peor parte de las fiestas es, sin lugar a dudas, hacer balance de los excesos en las comidas navideñas que hemos cometido durante los últimos días del año y volver a una rutina que nos permita recuperar un peso equilibrado y una alimentación saludable.

Llega la hora de poner a punto nuestro organismo y eliminar de la nevera todo aquello que puede perjudicarnos. ¿Y cómo lo conseguimos? Con alimentos fáciles de digerir, ricos en fibra y, sobre todo, bajos en grasa que nos ayuden a depurar el cuerpo y a volver a la normalidad de manera progresiva.

¿Cuáles son los alimentos clave?

  1. La fibra y el agua son fundamentales después de una comilona. Ambos favorecen el tránsito intestinal y la eliminación de líquidos. Es probable que, después de días de excesos, se hayan alterado los niveles de grasas y azúcares, por lo que es recomendable incluir copos de avena o muesli en nuestro desayuno o como espesante de purés y cremas de verduras, por ejemplo.
  2. Los germinados de soja, alfalfa, col, remolacha o brócoli. Las semillas o los granos germinados estimulan los procesos digestivos: mejoran las digestiones, son un complemento útil para corregir el estreñimiento, reducir la hinchazón y los molestos gases. Estos brotes se pueden añadir fácilmente a ensaladas, cremas, purés, sopas, en tortilla, vistosas y nutritivas guarniciones.
  3. Las verduras y frutas son los alimentos idóneos para desintoxicar el organismo. Durante las fiestas de diciembre las comidas superan fácilmente las 2.500 calorías, por lo que es necesario empezar a incluir a diario entre dos y cuatro piezas de vegetales. Para que la ingesta sea más fácil puedes incluirlos como principales ingredientes de un zumo, que podrás tomar a cualquier hora del día, o incluso en formato polvo gracias a los Superalimentos, que conservan todas las propiedades del producto en crudo para añadirlo a tus platos principales. Tomar verduras fomentará las labores ‘descongestión’ del aparato digestivo, estómago, intestinos e hígado. Prepara verduras escaldadas o hervidas en corto tiempo, porque son más fáciles de digerir y vete incorporándolas como guarnición hasta que se conviertan en parte de tus menús.
  4. Garbanzos y otras legumbres. Representan para la dieta un compendio de nutrientes que, en conjunto, ayudan a regular la glucemia, reducir los niveles de colesterol o mejorar el estreñimiento. Utilízalos en ensalada, en sopas, cremas, en paté (humus), guarnición de carnes o pescados.
  5. Jengibre fresco o en polvo. Esta planta se usa en fitoterapia como remedio efectivo para curar malas digestiones acompañadas de náuseas y vómitos, para eliminar los gases y mitigar los mareos. Se puede probar a tomar comprimidos de jengibre o una infusión de jengibre después de comidas copiosas, o si se siente malestar digestivo. Lo recomendable es servir el jengibre al natural o en raíz) o en polvo. Se añade como condimento a caldos, sopas o cremas.
  6. La alcachofa posee un alto contenido en fibras. Posee cualidades diuréticas, ayudando a la eliminación de líquidos del cuerpo, razón por la que resulta interesante en los casos de obesidad y para cualquier tipo de afección donde convenga la eliminación de agua y, por consiguiente, de toxinas, en especial en lo que se refiere al ácido úrico. Es un buen acompañante de ensaladas, arroces y pastas. También es común comerla sola, ya sea asada o confitada. Aunque no es un alimento con muchos adeptos, sus propiedades beneficiosas la hacen muy atractiva para mantener una alimentación sana.
  7. Algunas de las infusiones más recomendables para limpiar el organismo son las de té verde, antioxidante, depurativa y un poco estimulante. Las sustancias que contiene el té verde son de gran interés nutricional y funcional, sobre todo flavonoides con acción antioxidante (catequinas, rubigenina, flavina y taninos). Se pueden tomar una o dos tazas al día, en lugar de cafés y demás bebidas excitantes, si no hay contraindicación médica. El cardo mariano es también muy aconsejable, sobre todo si nos hemos pasado con el alcohol estas fiestas, ya que contiene silimarina, una sustancia que protege el hígado al actuar como un antioxidante y promover el crecimiento de nuevas células hepáticas. La silimarina también ayuda con la digestión de grasas.

LO QUE NO DEBES HACER

NUNCA debes saltarte comidas por falta de hambre. Es mejor que ingieras poca cantidad y varias veces al día que no al revés. Con ello solo provocarás el aumento de peso, debido a que acumularás las ganas de comer y cuando lo hagas ingerirás más

Prepara tu despensa para el otoño y protege tus defensas

Así es. Aunque nuestra mente aún no esté tan concienciada como nuestro cuerpo, ya ha comenzado oficialmente el otoño.

Los días se acortan, bajan las temperaturas y vuelven las rutinas, algo que puede afectar de manera directa a nuestro estado de ánimo y a nuestro cuerpo.

Pero… ¡cuidado! Nuestro organismo es muy sabio y los cambios también requieren de una preparación para no caer enfermos, porque al igual que hacemos con el armario, nuestra despensa también debe mudar, casi, por completo para dar prioridad a nuestras defensas y a nuestra energía.

Cualquier dieta en otoño tiene que ser capaz de contrarrestar el desgaste físico y mental, y nada mejor que los alimentos de temporada para conseguirlo. La naturaleza es sabia y en esta época nos da productos con menos cantidad de agua, pero más cítricos y ricos en vitaminas.

¿Qué es lo que no debe faltar en tus menús de otoño?

FRUTOS SECOS: Principalmente, nueces, almendras y pistacho tostado porque son ricos en fibras, proteínas y tienen una potente acción antioxidante. Además, su acción positiva sobre las grasas saturadas protege de la enfermedad cardiovascular. Eso sí, debes ingerirlos en pequeñas cantidades para no abusar de las calorías que requiere una dieta equilibrada.

MANZANAS: Junto a las uvas, kiwis y peras son las principales frutas de temporada. Son ricas en vitaminas y un aliado contra el estreñimiento, un problema muy común en esta época del año. Como mínimo, debes consumir una manzana al día.

CASTAÑAS: Un otoño sin castañas…¡No es otoño!. Y no sólo como tradición, sino porque se trata de un alimento que te ayuda a combatir el cansancio y a aumentar los niveles de energía por su presencia de vitaminas del grupo B. Lo mejor es tiene menos calorías que la mayoría de frutos secos.

CEREALES y PAN INTEGRALES: Conservan toda su riqueza porque no sufre procesos de refinamiento donde se pierden muchos nutrientes como el hierro o la vitamina B, que se encuentran en la cáscara de los granos. Por otro lado, tienen una alto contenido de fibra. Su consumo habitual mejoran el tránsito intestinal y el estreñimiento. Por ejemplo, el arroz integral es un alimento básico, muy energético y digestivo. Por su parte, el pan integral tiene las mismas calorías que el pan blanco, pero aporta tres veces más fibra.
CALABAZA: Tiene una fina textura y un sabor sutil que le permite adaptarse a cualquier menú. Debido al grueso de su piel se conserva muy bien durante meses. Entre los beneficios para la salud hay que destacar su contenido en ácidos grasos Omega 3 y que es un alimento rico en vitamina A.
SETAS y CHAMPIÑONES: Ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Destacan por ser unos alimentos perfectos para reforzar el sistema inmunitario y proteger del frío. En este grupo de alimentos, también se recomienda consumir reishi y shitake, denominados como Superalimentos, gracias a que aumentan nuestras defensas.

LENTEJAS Y GARBANZOS: Las legumbres que mejoran nuestro sistema digestivo son, principalmente, los garbanzos y las lentejas pardinas. Ambos producen una sensación de satisfacción y bienestar digestivo. Lo mejor es combinarlas con algún cereal, donde la proporción de este último sea bastante más grande, por ejemplo 70% de arroz y 30% de garbanzos para reducir la sensación de hinchazón o gases, así como separarlo de productos animales (carne, chorizo…). En este sentido, consumir legumbres ecológicas nos segura ingerir un producto que mantiene todos sus nutrientes y está libre de conservantes y colorantes.

BRÓCOLI, COLIFLOR Y ROMANESCO: Son los sustitutos perfectos de pastas, arroces y harinas. Tienen un perfil muy completo, ya que posee muy pocas calorías, pero contienen gran parte de las vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita a diario. Ideales para una buena digestión, así como para lograr una sensación de saciedad.

CHOCOLATE NEGRO PURO: Puede ayudar a combatir los síntomas de la fatiga crónica, ya que se cree que su consumo ayuda mejorar la acción de los neurotransmisores, como la serotonina. El cacao promueve la buena circulación sanguínea y es rico en antioxidantes. Por ejemplo, el cacao puro desgrasado, perfecto para incluir en el desayuno, beneficia el tránsito intestinal y contiene propiedades estimulantes contra la ansiedad.

JALEA REAL: Si hay un reconstituyente por excelencia para cualquier época del año, pero sobre todo para el otoño, ese es la Jalea Real. Su ingesta refuerza el sistema inmunológico y está recomendada para personas de cualquier edad. Es un gran aliado contra el frío y también cumple una función antiséptica en el caso de contraer gripes y catarros. Además, está presente en multitud de complementos alimenticios para el fácil consumo diario.

A nivel general, también es tiempo de infusiones después de las comidas, compotas de frutas, caldos y carne blanca. Así como de cocciones a presión, estofados o elaboraciones al horno.

La alimentación macrobiótica… ¿Dieta restrictiva o filosofía de vida saludable?

Hablar de la alimentación macrobiótica lleva a muchas personas a pensar de manera errónea en un tipo de dieta restrictiva o carente de nutrientes. Sin embargo, cada vez son más los consumidores que se interesan en conocer en profundidad las claves de este estilo de vida saludable que persigue el equilibrio entre lo natural y lo sano.

¿Pero… qué es la alimentación macrobiótica?

Lo primero que debes saber es que tiene su origen en Japón y está basada en la filosofía oriental de la armonía entre el yin y el yan, o lo que viene siendo lo mismo aplicado a la alimentación… «la búsqueda entre lo que comemos y lo que somos (cuerpo y mente)». Así, los que deciden convertirse en macrobióticos apuestan por una dieta equilibrada, sencilla, dinámica y satisfactoria a nivel físico y emocional. Es más, se habla de que con los alimentos macrobióticos existe una recuperación de sabores y texturas auténticos, porque está regida por el consumo de productos ecológicos, cultivados en proximidad y de temporada, nunca procesados químicamente.

‘Somos lo que comemos’

Los principales productos que rigen esta alimentación, que cuenta cada vez con más adeptos, son los cereales integrales, las legumbres, semillas y algas (como wakame, agar agar, nori, hiziki, kombu…), evitando en todo momento los alimentos que contienen tóxicos y que sean procesados o refinados. Además, gracias a su bajo contenido en grasas favorece al proceso digestivo. Eso sí, debes tener en cuenta que la dieta macrobiótica no está pensada sólo para adelgazar, sino para comer de una manera más sana.
Es recomendable evitar las carnes rojas, las grasas animales, los azúcares, las frutas tropicales o todos aquellos productos con conservantes y colorantes, principalmente. Y es que las cocciones y las preparaciones se realizan respetando las propiedades particulares de cada alimento.

Desde Arame hasta Kuzu

Algunos ejemplos más populares dentro de la comida macrobiótica son el kuzu, los copos de alga de nori o la sopa instantánea de miso. En la medicina china, por ejemplo, el kuzu ayuda a combatir los síntomas de menopausia, los resfriados con fiebre o la tos.
Si ya llevas una vida macrobiótica o te interesa probar alguno de sus productos, ya puedes hacerte con ellos en Oh!MyBio, donde encontrarás una amplia variedad de propuestas saludables y ecológicas que te ayudarán a cuidarte y que las culturas orientales denominan como «alimentación inteligente»