Producto de la semana: Yogures ecológicos de Casa Grande de Xanceda

Esta semana, además de hablar de un producto, nuestra recomendación también se centra en una empresa y en su gran labor medioambiental: la Casa Grande de Xanceda, una granja familiar ubicada en A Coruña que fabrica productos lácteos y ecológicos desde hace décadas.

Con más de 50 años de historia, la Casa Grande de Xanceda cuenta con 200 hectáreas de prados y bosques en los que pasean y pacen cerca de 400 vacas ecológicas.

Aunque en sus orígenes no existía el concepto de agricultura ecológica como certificación, los dueños de esta granja siempre evitaron el uso de pesticidas y herbicidas, convencidos de que había una forma más responsable y respetuosa de producir lácteos.

Fue en el año 2002 cuando la ganadería de Casa Grande de Xanceda fue certificada como ecológica, convirtiéndose en una de las primeras del país.

Entre todos los productos que fabrica, vamos a destacar las principales bondades de sus yogures ecológicos; disponibles en varios sabores y formatos, desnatados o con trozos de frutas e, incluso, para beber.

Yogures ecológicos Casa Grande de Xanceda
Yogures ecológicos Casa Grande de Xanceda

¿Cuál es la receta de los yogures de Xanceda?

  1. El primer paso es ordeñar. Solo usan la leche fresca y ecológica.
  2. Ese mismo día, se baja la leche a la yogurtería y, en menos de 48 horas,  los yogures ya están en las tiendas.
  3. Cuando la leche fresca llega a la yogurtería, se higieniza y estandariza para tener el nivel de grasa deseado. Por ejemplo, si se hace un yogur desnatado sólo se deja un 0,4% m.g.
  4. La clave para que los yogures ecológicos sean tan cremosos sin llevar aditivos es la ultrafiltración. Por las tuberias de esta máquina hay membranas que ultrafiltran la leche y desechan el agua. De dos litros de leche de aquí sólo sale 1 litro de leche concentrada. Por eso, un vasito del yogur de Xanceda lleva el doble de leche. Tras ultrafiltrar se pasteuriza la leche para asegurar una calidad perfecta.
  5. En este paso, la leche, con su % de grasa adecuado, ultrafiltrada y pasteurizada, pasa a unas grandes cubas donde se añaden los fermentos lácteos. Estas bacterias convierten, tras 4 horas de fermentación, la leche en yogur. Unas grandes aspas giran en su interior para que el producto tenga la cremosidad perfecta.
  6. Y, por último, se echa la fruta ,que también es 100% ecológica.

 

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