A la tradición gastronómica de las torrijas por Semana Santa hay que sumar la de los huevos y conejos habitualmente elaborados con chocolate y decorados con multitud de colores.
El huevo siempre ha sido un símbolo para la humanidad debido a su relación con la fertilidad, la esperanza y el renacimiento, aunque las acepciones han ido evolucionando en el tiempo a través de las civilizaciones.
Por ejemplo, en la mitología antigua este elemento estaba representado con el Ave Fénix, que encarnaba la vuelta a la vida. Y con la llegada del cristianismo todo se volcó en torno a la Resurrección de Cristo en Pascua. De ahí que se haya adoptado el nombre de huevos de Pascua.
Por su parte, los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo, mientras que en la Edad Media, éstos eran un símbolo de felicidad y alegría, encargados de poner punto y final al invierno para dar la bienvenida a la Primavera y al renacimiento de los árboles y las flores.
En Norteamérica y América Latina esta ofrenda sigue estando a la orden del día, pero del huevo de gallina o de pato se ha pasado a uno más dulce: al de chocolate.
El dulce de la Semana Santa
Esta elaboración comenzó en Francia y Alemania a principios del siglo XIX, cuando de los huevos macizos de chocolate se fue pasando a los huecos en su interior. Actualmente, se trata de un dulce que ya ocupa un importante protagonismo en los hogares de numerosos países de Europa durante la Semana Santa, regalándolos a familiares y amigos o, simplemente, consumiéndolos como postres o merienda.
Los huevos de Pascua, mejor ecológicos
Llegados a este punto, también es fundamental prestar especial atención a la elección del huevo y, concretamente, al chocolate con el que se elabora para intentar evitar el exceso de azúcares e ingredientes industrializados.
Para poder sacar provecho de las propiedades antioxidantes del chocolate, debemos cerciorarnos de que éste es negro y contiene una cantidad de cacao entre el 60 y el 70%. Entre mayor sea la cantidad de cacao presente, mayores son sus beneficios. Sin embargo, un chocolate que contiene manteca sintética o industrial en vez de cacao, se considera nocivo para el organismo y dañino para la salud.
Entre las principales virtudes de consumir cacao puro se encuentran:
- Activador del sistema nervioso central.
- Proporciona energía
- Estimulador del estado de ánimo: reduce la irritabilidad y la ansiedad.
- Mejora la digestión y la producción de jugos gástricos.
- Aporta fibra agilizando el tránsito intestinal.
- Aumenta la segregación de endorfinas.
- Reduce el estreñimiento.
- Es bueno contra el envejecimiento de la piel, el cabello y los órganos internos por su alto contenido en antioxidantes.
- Tiene beneficios frente a los estados de cansancio.
- Fomenta la salud cardiovascular.