Adivina adivinanza: Es una semilla, proviene de los Andes y es rica en vitaminas y minerales. Es utilizada para recetas dulces o saladas y ha sido considerado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como uno de los cultivos con gran futuro para la humanidad debido a sus beneficios…. ¿Fácil, verdad?
Aunque en los últimos años la Quinoa se ha convertido en un imprescindible para los que apuestan por una alimentación sana y equilibrada, todavía sigue siendo una desconocida a nivel gustativo para muchas personas que siguen dudando cómo incorporarla a sus platos principales.
Si ya la has incluido en tus batidos o en tu desayuno, con fruta y yogur, llega el momento de saltar a los fogones y adecuarlo a tus tapas favoritas, como por ejemplo a las croquetas, dándoles un toque requetesaludable. Además de un sabor y una estética inigualable, podrás beneficiarte de sus propiedades:
- Posee un alto nivel de proteínas, puede contener hasta un 23%.
- Está compuesta por: minerales (calcio, hierro, magnesio), vitaminas (C, E, B1, B2 y niacina) y fósforo.
- Es rica en aminoácidos, que influyen en el desarrollo cerebral.
- Su contenido en grasa es rico en Omega 6.
- Es una importante fuente de fibra soluble e insoluble.
- Tiene un índice glucémico muy bajo.
Elaboración croquetas de calabacín, quinoa y menta
Primero cocina la quinoa en una olla utilizando el mismo peso de agua que de cereal (unos 15 minutos) hasta que ésta abra y esté bien cocinada. Una vez lista, escurre el agua y seca la quinoa con papel absorbente.
A continuación ralla el calabacín y la zanahoria y corta muy finita la menta y remuévelo todo en un bol de caña de azúcar.
Por último, mezcla la quinoa con el huevo, la sal y la harina y échalo en el bol con el calabacín y la zanahoria para crear una masa homogénea con la que poder formar bolitas.
Precalienta el horno a 180 grados y coloca las bolitas sobre la bandeja previamente enharinada para que no se peguen. Las tendrás listas en apenas 30-40 minutos