Aunque su tamaño es muy reducido, las semillas son una importante fuente de nutrientes necesaria para cumplir con los requerimientos diarios de una dieta saludable y equilibrada.
Además de aportar sabor, textura, color y estilos, las semillas destacan, principalmente, por su aporte en grasas saludables y su contenido en fibra, contribuyendo así a nuestra salud intestinal y a prevenir enfermedades crónicas.
Por otro lado, si las consumimos molidas también estaremos propiciando que los beneficios sean mejor asimilables y fáciles de digerir en nuestro organismo. Digamos que estamos haciendo más accesible todas las virtudes que guardan en su interior.
¿Cuáles son las semillas más beneficiosas?
– Pipas de calabaza: Ricas en ácidos grasos omega 3 y omega 6. Posee un gran número de vitaminas y minerales entre los que destacan el magnesio, selenio, potasio, fósforo, vitamina A y E. Son muy ricas en fibra, por lo que también ayudan a reducir el colesterol en sangre y a evitar el mal funcionamiento intestinal.
Son una fuente rica de triptófano, un aminoácido (bloque de construcción de las proteínas) que el cuerpo convierte en serotonina, que a la vez se convierte en melatonina, hormona del sueño. Comer semillas de calabaza pocas horas antes de ir a la cama, junto con un carbohidrato en la forma de una fruta pequeña, podrían ser especialmente buenas para proporcionarle para promover un sueño reparador.
– Pipas de Girasol: Ricas en ácidos grasos mono y poli-insaturados que ayudan a regular los niveles de colesterol. Son ricas en fibra aunque destacan por su contenido en potasio, fósforo, magnesio, calcio y ácido fólico. Estos micronutrientes son fundamentales para el sistema nervioso y muscular por lo que pueden convertirse en el tentempié ideal para deportistas
– Semillas de Lino: El lino o linaza es una planta cuyo tallo se usa para confeccionar tejidos y su semilla (linaza) para extraer harinas y aceite. Son ricas en calcio y omega 3 por lo que resultan un buen tónico cardíaco. Ricas en vitamina C y E, poseen un fuerte poder antioxidante que ayuda a prevenir enfermedades. En menos cantidad también poseen fósforo, hierro y magnesio.
– Semillas de Amapola: Destacan en esta semilla su alto contenido en hierro, vitamina A con efecto antioxidante y protectoras del cabello y piel. Son también una gran fuente de calcio al igual que las semillas de sésamo.
– Semillas de chía: Negras y pequeñitas es nativa del centro y sur de México, Guatemala y Nicaragua y, junto con el lino, es una de las especies vegetales con la mayor concentración de ácidos grasos. Rica en Zinc, un elemento importante para el adecuado funcionamiento del sistema inmune. Posee proteínas de buena calidad, selenio con poder antioxidante, hierro, magnesio, calcio y fósforo entre los minerales más abundantes.
¿Cómo incorporamos las semillas en nuestros platos?
– Ingrediente básico en cualquier ensalada
– Espolvorear en yogures, tostadas, con la fruta o incluir en batidos
– Como aderezo de salsas de carnes o pescados y como aliño de cremas y sopas.
– Son un aperitivo muy saludable y un snack para consumir entre horas.