La chía como aporte de Omega 3
Hay una auténtica fiebre por las semillas de chía. Podemos decir que están muy de moda. Muchos expertos en nutrición han informado sobre sus cualidades, pero todavía existe un gran desconocimiento sobre qué beneficios nos aporta este alimento.
Cada vez más personas tienen semillas de chía en su despensa. ¿Cuáles son estas cualidades y propiedades que hacen de las semillas de chía un alimento tan en auge últimamente?
- Sin Gluten y con gran contenido en Omega 3
- Aporta el doble de proteínas que la mayoría de verduras,
- Contiene el doble de potasio que el plátano
- Nos aporta el doble de fibra que la avena
- El triple de hierro que las lentejas
- Cinco veces más aporte de calcio que la leche de vaca
- Tres veces más antioxidantes que las alubias
Esta semilla cada vez es más utilizada en la cocina de muchísimas maneras: desde crudas, machacadas, como aliño de ensaladas, como rebozados en platos…su versatilidad es infinita. Hoy os proponemos una receta super sencilla y por la que podréis empezar a implementar las semillas de Chía en vuestra dieta diaria. Hoy os enseñaremos a hacer unos deliciosos bollos de calabaza y chía ecológicos (similares al pan de leche) muy recomendables para usar por ejemplo como pan para tus hamburguesas vegetales, para tostadas, o como pan de acompañamiento para tus semillas. Además te sorprenderá lo que dura estos bollitos blandos, gracias a la cremosidad que les aporta la calabaza.
Receta: bollos de chía
La preparación de estos bollitos es más maña que dificultad.
En primer lugar deberemos cocer la calabaza hasta que esté blanda y perfectamente cocida, para ello la trocearemos y la pondremos en una cazuela con agua hirviendo y un poco de sal durante 10 a 15 minutos a fuego máximo hasta que esté blanda pero firme.
Sacamos la calabaza y probamos con un tenedor que podemos machacarla y la machacamos toda con un tenedor y dejamos en el bowl para comenzar con la preparación.
Añadimos todos los ingredientes dentro junto con la calabaza cocida y vamos añadiendo poco a poco la leche y amasando hasta obtener una masa pegajosa, como la que obtenemos al hacer el pan tradicional.
Es muy importante amasar muy bien toda la mezcla de 15 a 20 minutos. Si dispones de un robot de repostería con amasadora, puedes usarlo y ahorrarte mucho tiempo de amasado. Si lo haces a mano, a medida que vas a amasando, verás como la masa torna de pegajosa a uniforme y contundente a medida que la manipulas más y más.
Debes seguir amasando hasta que la masa sea homogénea y no se te pegue en las manos. Una vez hayamos terminado, la dejaremos reposar durante 1 hora con un trapo húmedo cubriéndolo para deja que la levadura haga su efecto.
Pasado este tiempo, cogeremos la masa y amasaremos de nuevo durante 5 minutos para retirar el aire y dividiremos en trozos adecuados a nuestras necesidades y dejaremos de nuevo reposar durante 1 hora más. Para terminar, pasada la hora de reposo, podremos pintar por encima los bollitos con la yema de huevo e introducir en el horno precalentado, durante 20 minutos a 180º (hasta que estén dorados).