Seguro que más de uno os habéis preguntado en alguna ocasión ¿cuál es la diferencia entre natural y ecológico?
Estamos acostumbrados a leer en la etiqueta de muchos productos que compramos la palabra ‘NATURAL’, algo que, a priori, nos aporta más tranquilidad porque nos da lugar a pensar que estamos consumiendo un alimento saludable e, incluso, ecológico.
Pero…,¡atentos! La realidad es bien distinta.
En ningún caso natural es sinónimo de ecológico, debido a que puede llevar aditivos y sustancias químicas.
Un producto se denomina natural cuando está formado por, al menos, un elemento procedente de la naturaleza, incluso puede ser de procedencia ecológica, pero no cumplir con todos los requisitos exigidos para obtener una certificación ecológica.
¿Cuáles son estos requisitos?
– El uso de fertilizantes solubles está estrictamente limitado. Se impulsa la fertilidad natural, a través de la actividad de los organismos del suelo (bacterias, hongos, etc.) que pueden transferir nutrientes a las plantas.
– Los agricultores ecológicos utilizan la rotación de cultivos plurianuales y aplican estiércol animal o materia orgánica con el fin de aumentar la fertilidad y la actividad biológica del suelo.
– Para prevenir el desarrollo de plagas, enfermedades y malas hierbas, los agricultores ecológicos tienen prohibido usar pesticidas o herbicidas sintéticos. Esta es la razón por la cual se favorece la elección de especies y variedades resistentes.
La rotación de cultivos plurianuales y las técnicas de cultivo adecuadas desempeñan un papel fundamental en la protección de los cultivos contra plagas, enfermedades y malas hierbas. Los agricultores pueden usar los procesos térmicos, enemigos naturales de las plagas, como las mariquitas o avispas. Los productos fitosanitarios están permitidos solo en caso de amenaza para la cosecha y solo se pueden usar productos de una lista muy estricta.
– La recolección de plantas que crecen naturalmente en áreas naturales, se considera un método de producción ecológico siempre que esas zonas no hayan sido tratadas con productos distintos de los autorizados para la producción ecológica. Además, la recolección no debe afectar a la estabilidad del hábitat natural o al mantenimiento de la especie en el área de recolección.
– En el caso de los ganaderos, deben garantizar las buenas condiciones de vida de los animales. El número de estos debe ser limitado con el fin de minimizar el pastoreo excesivo y la contaminación causada por los animales o por sus excrementos.
Los ganaderos tienen que garantizar todas las necesidades fisiológicas y etológicas de los animales y deben elegir razas capaces de adaptarse a las condiciones locales.
– También hay que cuidar el transporte de los animales, minimizando los tiempos de los trayectos para evitar el sufrimiento de los animales.
– El ganado ecológico debe nacer y criarse en granjas ecológicas. De no ser así, el animal tiene que ser sometido a un proceso de conversión.
– En cuanto a la reproducción, se deben utilizar métodos naturales incluida la inseminación artificial. No se permite el uso de hormonas o sustancias similares, salvo en casos puntuales como tratamiento terapéutico. La clonación de animales y la transferencia de embriones están estrictamente prohibidos.
– El alimento para el ganado, principalmente se debe obtener en la granja donde se guardan los animales o de las granjas en la misma región y debe ser 100% pienso ecológico. Materias primas no ecológicas de origen vegetal y materias primas de origen animal y mineral sólo pueden ser utilizados si han sido autorizados.
Por lo tanto, podemos concluir que la palabra natural en la etiqueta de un alimento no tiene mucha importancia dado que los productores no tienen que someterse a ningún control especial.
Pueden usar transgénicos entre sus materias primas, herbicidas y otros tipos de pesticidas e incluso pueden administrar medicamentos preventivos como antibióticos al ganado. Así que si queremos consumir productos ecológicos con total seguridad, tenemos que buscar productos certificados.
Visita los supermercados Oh!MyBio y encuentra una amplia variedad de productos ecológicos para incluir en tu dieta. Sin duda, consumir alimentos ecológicos significa apostar por una alimentación de calidad, que respeta el medio ambiente, la vida de los animales y el desarrollo rural.