Semillas de cáñamo, de lino, de chía, de calabaza… La variedad es muy amplia y las ventajas de su consumo también.
Las semillas son cada vez más populares en la dieta mediterránea, pero, bien es cierto que, muchas veces, no sabemos cómo incluirlas en nuestros platos diarios -más allá de las ensaladas, los batidos o en el yogur-.
Por ese motivo, y porque son tan saludables que deberíamos consumirlas todos los días, vamos a ofrecerte algunos consejos muy sencillos para que puedas disfrutar de sus beneficios y propiedades añadiendo un extra nutritivo a tus platos.
MERMELADA DE SEMILLAS
Empezamos por una dulce mermelada con semillas de chía. Elegimos la chía porque al mezclarla con cualquier líquido adquiere una textura gelatinosa y espesa. ¿El proceso? Muy sencillo. Elige un zumo de frutas y añade un puñado de semillas y dos cucharadas de miel. Mezcla todos los ingredientes hasta que consigas una textura deseada para untar en tus tostadas.
BARRITAS DE CEREALES
Elabora tus propias barritas de cereales, colocando en un bol de fibra de trigo copos de maíz, nueces, almendras, semillas de sésamo, semillas de girasol, coco rallado y avena instantánea. Con unos 50g de cada uno de ellos puede ser suficiente para empezar. Echa un par de cucharadas de miel y una clara de huevo para ligar toda la mezcla.
Pon la preparación en una placa, previamente forrada con papel de aluminio (unta con aceite de oliva o un poco de harina para que no se peguen las barritas), y vete colocando la masa por porciones. Encima coloca film transparente y ejerce presión hasta conseguir el grosor que desees. Deben hornearse durante una media hora, hasta que estén bien crujientes.
COMO SUSTITUTO DEL HUEVO
Un truco muy interesante, sobre todo para los veganos, es utilizar las semillas de lino como sustitutas del huevo para elaborar galletas, pan, salsas, crakers… Solo tendrás que aprovecharla molida y mezclada con agua porque queda bastante gelatinosa.
PATÉ DE SEMILLAS DE GIRASOL
Pon a remojo las semillas de girasol unas seis o siete horas. Después, bátelas junto a 3 tomates secos (también puestos a remojo un par de horas) , aceite de oliva, jugo de limón, un poco de cebollín picado y una pizca de sal del himalaya. Deja enfriar hasta que mejore su consistencia y ¡a comer!
REBOZADO DE SEMILLAS
En la cocina hay que ser creativo sin renunciar a los que nos gusta. Por eso, es una buena idea es sustituir el rebozado de pan rallado por semillas molidas o por sésamo. Crujiente, original y con un toque de sabor diferente. De esta forma, estarás aportando un toque menos calórico a tus platos.
MOLERLAS PREVIAMENTE
Para aprovechar mejor los nutrientes de cualquier semilla, es mejor molerlas previamente. Así, puedes comerlas directamente o añadirlas a otros alimentos. Si quieres preparar una cantidad mayor de semillas, no olvides guardarlas en un recipiente opaco, cerradas herméticamente en el frigorífico, ya que en contacto con el aire, los aceites que contienen se oxidarían, perdiendo sus propiedades.
PUDIN DE SEMILLAS
Otro postre muy sencillo de elaborar es el pudín de semillas. Te sacará de un apuro en cualquier momento, sin renunciar a una dieta saludable. En este caso, también es recomendable optar por las semillas de chía o de limopara que absorban todo el líquido. Echa unas cuantas cucharadas a una bebida vegetal (soja, arroz o almendras) y, cuando, se haya formado la masa añade frutos secos o fruta troceada.